miércoles, 31 de diciembre de 2008

La Chinita de la China


-"Los chinitossss... de la chinaaaa, cuando noo tienen que haceeerrrrr, tiran piedras a lo alto y dicen que va a lloverrrrr"-.

Dandole fuerte a la comba una y otra vez con el soniquete, luego mas fuerte ya venían los "dubles" duplicando la velocidad de la cuerda y la cancioncilla se repetía pero a doble velocidad.

Bueno, pues esta chinita se ve que tampoco tenia que hacer, así que como seguro que no sabia la cancioncilla su deporte consistía en ponerse una y otra vez en la linea de mi cámara. Tres veces repetí la toma y al girar, enfocando hacia el puerto, allí estaba la chinita, con su carita sonrosada y sonriente como pidiendo disculpas, pero sin dejar de "chupar" cámara.

Al final, como dice el refrán: "si no puedes con tu enemigo, unete a el", pues eso... me dedique ha hacerle fotos a la chinita, alguna con mi cámara y varias docenas con la suya. Poso, y poso, puso caritas ... manitas y cuerpecitos.

Como mi ingles no paso de la quinta lección , esa del "Weeked", y alguna que otra palabreja como "Yellow Submarin", "Help", "Augggg" como hace el león de la Metro... y alguna más por el estilo, resulto difícil entenderme con la chinita, pero alguna cosa si pude entender entre su sonrisa permanente y su carilla de niña inocente y el eterno idioma de las señas y los gestos. Que si era china de la China, que si hablaba alemán e ingles, y por supuesto chino, que si estaría en Málaga unos días.

En fin, los dos coincidimos en algo, nos gustaba ver las olas del Mediterraneo, y hacer fotografías, y a ella además, que se las hicieran.




Cristo Va... Cristo Viene...La Puerta (Cuarta Parte)

......


Al otro día ella partió, y sin embargo como si nada hubiese sucedido, le dejó encargos para hacer trámites referidos a los bienes heredados, y con seducción escénica, le pidió velase por la casa y el huerto. Él aceptó por estoica dignidad. De ves en cuando recibía carta de alguna parte de España; Celestino las abría con cierta ansiedad, pero era siempre lo mismo, algún favor pedido, algún recado por hacer.

-"¡Oh, si ella me viera en este estado"- exclamó en una risotada demencial mientras se incorporaba torpemente. Por fin pudo incorporarse. Sentía la camisa pegada al cuerpo por el sudor y la sangre; se la quitó con dificultad y luego hizo lo propio con el resto de la ropa. Llenó por enésima ves la jarra y alzándola por sobre la cabeza con mano temblorosa derramó lentamente el contenido sobre su cuerpo maltrecho. Luego quedó mirando la puerta iluminada por la vela que ya languidecia. Se acercó a ella; la rozó con una de sus manos mientras le repetía en un susurro: -"mi bella, mi amada puerta, ya conoces mis secretos; me los has escuchado decir como un tonto esta misma noche, pero sé que sabrás guardarlos celosamente... mi puerta, mi dulce niña dormida; tú si que te abrirás para mí; no me dejarás fuera "-. Lentamente se acostó boca abajo sobre ella y la acariciaba de manera muy tierna, y besando repetidamente la rústica madera, se le fue pareciendo la blanda, la tibia, la delicada tersura de la piel de su mujer, y repitió una y mil veces entre las gotas de vino que caían de su pelo mezcladas con el salobre manantial de sus lágrimas: -"Mi bella, mi amada puerta, mi dulce niña..."- hasta que se quedo profundamente dormido.

Los ojos de Celestino se abrieron desmesuradamente. En el cortijo reinaba una tenue penumbra generada por delgados rayos de sol que se filtraban por algunas grietas. Desde fuera llegaron voces. Con gran agilidad saltó hacia una de las paredes y abriendo apenas la celosía de uno de los ventanucos averiguó lo que sucedía. Un grupo de vecinos pasaba por el sendero llevando herramientas de labor. -"¡Chusmas!"- exclamó con rabia. Luego dirigiéndose a su puerta le dijo: -"No te preocupes, nadie te verá en ese estado"-.


Pasaron varios días en los que casi no apareció por el pueblo. Solo llegaba para buscar algunos elementos que le eran necesarios para su secreto operativo. Los vecinos lo notaban con mejor carácter que de costumbre. Su clásica parquedad era ahora saludo amable y hasta hubo quien aseguró escucharlo cantar una copla mientras encaraba el camino a Campuzano. Celestino era feliz. Paso a paso su obra tomaba forma. Primero comenzó por desnudarla quitándole con esmero pero con delicadeza toda la costra vieja y carcomida. -"Vamos, vamos preciosa, que esto no duele"- le decía con afecto. En pocos días finalizo su tarea y una mañana muy temprano, colocó con orgullo la puerta en el cortijo y la anterior la destinó para el fuego. A poco, la puerta fue comentario en el pueblo. -"¡Que puerta más guapa tienes!- Le decían al pasar con una mezcla de curiosa intriga. -"¡Malditos!"- mascullaba Celestino mientras dibujaba una falsa sonrisa. -"¿ De donde la has sacado?"-, -"Mis buenos trabajos me ha costado"- contestaba Celestino.



Continuara......

domingo, 28 de diciembre de 2008

Los Colores y los Dias (A Finales de Diciembre)


A finales de Diciembre, ya casi terminado el año, el blanco domina el paisaje.
La despensa de agua para el año que viene esta casi llena y la vida disimula esperando que le llegue el momento de iniciar otra vez el proceso..... que el compromiso de la naturaleza se cumpla otra vez.

sábado, 27 de diciembre de 2008

Paseando por la Calle Larios (Malaga)


El día estaba nublado, pero con buena temperatura. La Calle Larios, en pleno centro de Málaga nos ofrece todo un espectáculo de lo más variopinto, payasos, saltimbanquis, músicos callejeros, mimos y la gente ejercitando el mejor de los deportes... el paseo.

Me gusta observar a los viandantes y los corrillos que hacen ante cualquiera que se para ha ofrecer su arte por unas perrilas. Los hay buenos de verdad y los hay que simplemente entretienen a la gente, pero todos forman parte del paisaje. A cualquier hora merece la pena darse un paseo.

Al terminar la actuación el malabarista( coloquialmente "el joven de las pelotas), después de que varias de ellas cayeran al suelo , sin por eso el dejara de lanzar al aire el resto, con una sonrisa socarrona y acento andaluz-alemán, se dirija al personal: -" El año que viene os acercáis y ya lo sabré hacer mejor, ya habré aprendido"-.

Un preciso pasodoble de unos jóvenes que seguro se podrán pagar unas buenas fiestas de final de año y un grupo de músicos rusos con sus instrumentos tradicionales nos ofrecen una Marcha Radezky muy especial.



Cristo Va...Cristo Viene, La Puerta (Tercera Parte)


.......

Seguí bebiendo y por momentos reía como un tonto, y súbitamente cambiaba la risa por el llanto. Muy de vez en cuando le habían llegado castas de ella, pero en las que siempre había un favor pedido, generalmente algún tramite en relación a la propiedad de sus padres luego que ellos fallecieron. Por esas cartas supo que había logrado su sueño y se había relacionado con algunas compañías teatrales y una vez incluso le escribió desde Holanda. Pero Celestino creyó morir de alegría cuando no más de un año atrás recibió aquella otra, en la que le decía que haciéndose vinculado a un dramaturgo llamado Federico Garcia Lorca quien había montado un teatro itinerante llamado "La Barraca", aprovecharía a visitar el pueblo pues debía trasladarse a Andalucia. Al leer la noticia el corazón de Celestino latió hasta doler. -"Te iré a buscar cuando llegues a Granada"- le contesto. Y comenzó los febriles preparativos. Compro cortinas y sabanas nuevas para transformar su cortijo en un nido de amor. Separo las herramientas, oculto los toneles, limpio y ordeno todo con esmero. Llegado el día, gasto sus dineros en contratar al "Tate" quien con su trepidante automóvil, hacia el único servicio entre Orgiva y Granada. De Fondales a Orgiva, otra importante suma para el carro de Joaquín, el único con caballo presentable. Cuando se encontraron, Celestino comprobó que aquellos veinte años transcurridos, no habían hecho mas que afirmar la belleza de Nora. -"Si , tal vez todavía hay tiempo"- pensó con excitación. Durante el viaje, ella hablaba locuazmente , y narraba sus viajes y sus experiencias. Pero el no escuchaba; solo la contemplaba extasiado y se sumergía en el pensamiento. Era una mujer diferente a todas, no solamente por su fina y moderna vestimenta, o su peinado y profuso maquillaje, sino por sus modales sueltos y seguros. El viejo engranaje social que durante siglos había estado herrumbrado, rechinaba en sus primeros movimientos como si fueran gritos de una parturienta, gracias al aceite que sobre el estaba derramando generosamente la nueva República en todas las esferas y sobre todo en el papel reservado a la mujer. En Nora , esto se destacaba. Celestino estaba feliz porque ese anillo incompleto que torturó su vida durante tanto tiempo iba por fin a cerrarse y darle paz; ¡el día esperado había por fin llegado!.


Cayendo la tarde, la invitó a visitar el cortijo, -"¿Pero que has hecho en este lugar?"- dijo ella terminando la frase con una risa entrecortada mientras no cesaba de asombrarse viendo aquellas galas que adornaban y disimulaban la rusticidad del ambiente. Celestino se acercó a Nora y apoyando sus manos en el talle de ella, le dijo tiernamente: -" Es para nosotros, para que vivamos aquí y ahora lo que hemos suspendido tanto tiempo atrás"-, -"¡Estas loco!, vamos regresemos al pueblo"- dijo ella mientras se separaba de su lado. Por un momento, él no supo que hacer, ni que decir, pero entendió que algo fundamental en su vida estaba en juego. Por fin, se animó y le dijo: -"Nora, dame aunque más no sea, una noche, ésta, esta noche; hay veces en que siento que la muerte me anda rondando y junto a ti vida seria"-, - -"Celestino, ¡por favor!, no seas ridículo"-, -"Nora, no te imaginas como he soñado este momento; durante años he mantenido viva la esperanza de verte otra vez. Era como tener encendida en mi, una llama que te indicara el camino del encuentro. Por momentos era muy débil y en otras quemaba por su intensidad. Me he mantenido informado de todas tus idas y venidas, de tus amores pasajeros... ¡mira!, ¡mira!- y Celestino abrió con violencia en viejo arcón y sacaba y arrojaba por el aire cientos de recortes de diarios y revistas. ¡Mira, todos hablan de ti"-, dijo acercándose a ella y mostrando en su mano crispada un último montón de recortes. Nora, parada en medio del lugar no salia de su asombro. -"¿Pero de qué te estrañas?- pregunto Celestino con un gesto agrio, para luego agregar: -"¿Te parece fuera de lugar que te confiese mis sentimientos o crees que es demasiado pedir el estar una noche más, tan solo una contigo, ¡ una sola y miserable noche más!"-, a lo que ella contesto en un tono que parecía estar en una de sus actuaciones: -¡Ay los hombres!... ¡todos iguales!"-, -"¿Cómo que todos los hombres?, yo no soy "todos los hombres" soy solamente uno,que te está pidiendo, rogando una simple copa de amor para calmar esta sed de años"-.


Y ahora un año después, Celestino sentado en el suelo, sucio y ebrio escanciaba una vez más la jarra, y recordaba aquel instante en que ella tal vez dudó la respuesta, pero al fin pronuncio un "no" rotundo que a él le pareció como el estrépito de un portazo que quedó retumbando profundamente en su interior. ¡Ay! de ese "no", máxima demostración del poder femenino, un "no" autoritario que rompe en mil pedazos la tierna sensibilidad de los hombres, escondida tras la carcasa viril que la genética les obliga a mostrar al mundo. ¡Que dura pero frágil es la estabilidad emocional masculina ante esos "no" que ellas manejan a su voluntad!. Empleó todos lo recursos posibles para torcer esa negativa. De nada sirvió emplear la imagen del anillo sin cerrar o de aquella frase esperanzadora pronunciada por ella: -"¿Porque tiene que ser la última vez?, y que él había tomado como una promesa de la vida. El "no" seguía firme, sólido, inconmovible, como una puerta con mil cerrojos. Por fin, y agotados todos los recursos, le dijo: -"Por lo menos, déjame abrazarte por un momento"-, ella accedió. Celestino se acercó, y en silencio la abrazó tiernamente... sintió la tibieza de ese cuerpo, el delicado perfume que exhalaba de mil flores de lugares ignotos, el latir se ese corazón, tan cerca pero tan distante. Y así se quedó unos minutos eternamente frágiles, ridículamente necesarios, mudo, con la cabeza gacha apoyada contra el pecho de ella, observando con ojos desorbitados un punto cualquiera del suelo, cual si fuera un niño que consuela su llanto y espanto en los brazos de su madre a la que creía perdida. Luego, integrándose a la escena maternal, le susurró con dulzura pero con firmeza al oido: -"Bien... bien.. ya esta bien"- y lo apartó de su lado. Regresaron a Fondales casi sin hablar. En verdad deseaba estar solo para tratar de digerir la soberbia angustia que lo oprimía.


........
Continuara

miércoles, 24 de diciembre de 2008

Te Quiero (Mario Benedetti)




Anoche soné un sueño. Soné que viajaba por un país de chocolate y azúcar en un coche amarillo y que no paraba de nevar, tanto que la ventisca hizo que me perdiera en mi propio sueño mientras los copos caían y caían...

El limpiaparabrisas no paraba en su monótono tac.. tac.. tac.., la ventisca era tan fuerte que me quedé atascado entre la nieve sin poder continuar mi viaje.

Desperté ya de día, con la nieve cubriendo todo el chocolate y el azúcar..... salí como pude de mi auto amarillo ya casi enterrado entre el manto blanco y empecé a pasear por lo que parecía un parque. Mis pisadas no dejaban huella, parecía flotar... paseos interminables entre bosques de frondosos abetos; palacios de turrón entre el blanco.. y mucha gente paseando, no parecían sentir mi presencia.. quizás será porque era un sueño.

Al fondo del parque unas hilera de bancos amarillos y .. en el último un joven con un libro... sentado.. sin percatarse de mi presencia y sin sentir el frío.
Me acerqué sigiloso..... curioso por saber lo que estaba leyendo tan atento.

"Mario Benedetti- Poemas Completos"

Me senté a su lado, en el banco amarillo.. sin que mi compañía le hiciera perder la atención. Leímos juntos .... " Si te quiero es porque.......

No terminé la lectura, me desperté... estaba junto a mi amada entre las sábanas cotidianas.... la abracé mientras dormía y dormí yo también.



(Las fotografías son de Innsbruck, tomadas hace años en un viaje desde Italia. Nos perdimos y aparecimos en ese lugar de caramelo. El poema de Benedetti que canta Nacha Guevara se llama "Te Quiero").




martes, 23 de diciembre de 2008

Amaneceres (A Mediados de Diciembre)

Ya casi perdido en manto de nieve, a mediados de Diciembre, el sol empieza a clarear por encima de la sierra dejando paso al día. El frio se aguanta solo por disfrutar del espectáculo.

Otoño en el Valle del Poqueira

De regreso a Málaga desde Pampaneira con nada o casi nada que pensar, solo disfrutar de la paleta de colores que nos ofrece este frió otoño, las nieves se adelantaron y han dejado los regatos y arroyos llenos de vida.

Distingo las hojas rojas de los castaños tapizando las cunetas, el verde de los pinos.... algunos sauces cuelgan sus ramas sobre la estrecha carretera. Chumberas y pitas tropicales contrastan con el resto que parece un paisaje más del norte que de Andalucía.

Sigue la lluvia incesante, no muy fuerte, pero no deja de caer el regalo. Son tan solo las tres y media de la tarde y parece noche cerrada.

Algo en la radio, suena un piano, no se bien que está tocando, pero como fondo parece agradable.

lunes, 22 de diciembre de 2008

Cuentas de Papel


Tal día como hoy, pero hace mucho tiempo, hacía ya dos días que mi hermana había nacido, recuerdo que yo tenia nueve años y eso de tener un bebé en casa era algo grande y si además era una niña mucho más. "La Charo" que estaba mas loca que el resto del la familia con su bebita después de tener a dos machotes, regresaría esa tarde a casa del hospital con la niña, y algo había que hacer para la niña por lo que a mi hermando y a mi se nos ocurrió hacerle un collar. No recuerdo de donde sacamos la idea, pero en aquel momento nos debió de parecer interesante e imaginativa.

En la radio el sorteo de la lotería de navidad y a pesar de que ya habíamos tenido un regalo muy especial en la casa, me dejaron encargado de anotar los números premiados. Con el soniquete del sorteo nos pusimos manos a la obra.

Recortamos unas banderitas de papel de colores, de revistas que había en casa, las enrollamos sobre sí mismas empezando por la base del triángulo...utilizando una aguja de hacer punto, pegando el papel a medida que hacíamos el rollo. Por supuesto que con engrudo, para pegamento no había en aquellos tiempos. Luego solo hacía falta quitar la aguja a medida que hacíamos cada cuenta y engarzándolas en un hilo una a una... y ya estaba la operación y nuestro regalo terminado.

Por supuesto que nunca se llegó a poner el collar que le hicieron sus hermanos. Con el tiempo ya se encargaría ella de colgarse al cuello tantos y tantos colgantes, collares y abalorios que es posible que por esa causa llegue a tener alguna lesión de cervicales.

Se lo he contado varias veces, ya siendo los dos mayores, pero nunca se ha imaginado en que consistía aquel primer regalo. Espero que con la ilustración se entere de una vez.

A la bebita en cuestión la pusieron por nombre María del Rosario de la Inmaculada Concepción.
Casi "na"... en época de carestía al menos en eso no había limites, se podían poner tantos nombres como uno quisiera, eso si de "santos/as". Mis padres echaron el resto con ella, pues a los tres machotes solo nos pusieron dos por cabeza.

¡Feliz "tantantos" cumpleaños hermana!.



Engrudo: Mezcla de harina con agua que utilizábamos los niños para pegar los cromos , recortables de papel, trabajos manuales, comiditas para las muñecas (por cierto esas se pudrían por dentro), etc.

La cancioncilla del vídeo es lo que veía en los cines y se escuchaba por las radios en esos días
Película: Esta Voz es una Mina. Canta Antonio Molina la canción "Yo soy minero".




domingo, 21 de diciembre de 2008

Pavo al Whisky


Mi amigo Rusto me ha mandado una receta de cocina para estos días de Navidad, según me cuenta, él mismo la ha realizado y yo la transcribo tal cual el me lo cuentó.

Solo una cosa más, imprescindible seguir los pasos del primero al último para conseguir los resultados adecuados.

Ingredientes: Un pavo de tres kilos, una botella de Whisky, 150 gramos de panceta, aceite de oliva, sal y pimienta.

1º- Tomarse un buen vaso de whisky antes de comenzar.
2º- Rellenar el pavo con la panceta, salpimentarlo y echarle un chorrito de aceite de oliva.
3º-Precalentar el horno a 180º durante diez minutos.
4º-Mientras se calienta el horno, servirse otro pelotazo de whisky.
5º-Meter el pavo en el horno.
6º-Mientras el pavo esta en el horno, tomarse otro pelotazo y cantarle una mijita al pavo.
7º-Cubir el horno a 220º, darle cañ al derbostato y esberar veinte binutos.
8º-Servirse otro belotasso.
9º-Al cabo de un drato, hornir el abro para golondrar y echar un chodreton de
gúisqui albabo y otro a uno bismo.
10º-Darle la gúerta al babo.
11º-Cantarle un fandando al babo mientra se sicharra.
12º-Redidar el babo del hornno. Si se dresbala, bruscarlo por el suelo.
13º-Odro pelotazo pa inicia dra busqureda.
14º-Darse un jardasso al resfalar con la grassa del suelo.
15º-Probar la sarsa del ssuelo que ya estadá fleshquita.
16º-Tromarse otra copita e inblitar al babo questa tumbao al lao.
17º-Indendar levandarse y desidir que en el suelo se esta de gojones.
18º-Abarese la barienta, enguendra el babo en el bolsillo, lo tira a la bassura y te forma la de Dios
19º-Tomarse odro gúisqui.
20º-Y aodra a comer. ¿y el babo? ¿dronde eshta el babo? el hio puta sa bebio el wishhki y se a io.


!! BELID DAVIDAZ¡¡

jueves, 18 de diciembre de 2008

La Fuente de los 101 Caños


¿Porque hacer una fuente con tan solo 100 caños?. ¡De eso nada.. la haremos con 101!.
Así son las gentes de Villanueva del Trabuco, lo más de los más.

A menos de 5 km nace del rió Guadalhorce, que es tan solo un arroyo hasta que se topa por la izquierda con el agua de esta fuente. En el farallón casi vertical de la Sierra de San Jorge la naturaleza nos da este inmenso regalo a pesar de que no la tratemos como ella nos trata a nosotros.

Saliendo de Villanueva del Trabuco en dirección a Loja, frente a la gasolinera sale una carretera de montaña sinuosa pero bien asfaltada, va serpenteando paralela al rió Guadalhorce, siempre a su izquierda, a unos 3 Km , después de la Ermita de la Virgen del Pilar, la carretera cruza el rió , inmediatamente a la izquierda sale un carril terrizo pero en buenas condiciones para el transito. A algo más de 1 km por el carril, acercándonos al farallón de piedra, llegamos a la Fuente de los 101 Caños, todo un espectáculo que es un lujazo como para no perderselo.



martes, 16 de diciembre de 2008

Cristo Va ... Cristo Viene, La Puerta (Segunda Parte)


.........

Celestino no tenía buena relación con sus vecinos. Le achacaban un carácter huraño y en ocasiones pendenciero. El atribuía que la razón para que lo malquisieran, era porque lo envidiaban. En aquellos tiempos Campuzano era una fértil zona de viñas. Casi todos, tanto en Pitres, Mecina o Fondales tenían un trozo de tierra alli con excelentes viñas. Cada parcela contaba con un cortijo para guardar la prensa y los toneles. Hoy en día pueden apreciarse las ruinas de aquellas construcciones, y todavía algún pie de vid, tratando de sobrevivir entre matorrales de espinos en esos escarpados terrenos. El desinteres, la emigración de la juventud y el acoso de las cabras montesas que al comenzar a ser protegidas, hicieron estragos en aquellos emprendimientos familiares, llevaron al paulatino abandono de los mismos.

Y Celestino continuó su marcha, paso a paso, tumbo a tumbo, ¿Porque le criticaban?; se decía que no era posible que él pudiese obtener unas cincuenta arrobas mas de vino que los demás. Todo era fruto de su trabajo. El solía ir una semana antes que los otros para preparar la vendimia. No faltó quien comentara que por la noche robaba uvas de las viñas vecinas. Hasta llegaron a opinar que se entretenía en sujetar con hebras de esparto a sus propias vides los racimos sustraidos. Pues bien, esa era la fama que corría por los pueblos en comentarios a sus espaldas y opinaba que aunque eran ciertos, no era de buena gente andar divulgándolos por ahí. Se detuvo un instante sin bajar la puerta de su hombro dolorido, y mientras observaba jadeante en la vera opuesta del barranco las mortecinas luces que señalaban a los diferentes pueblos, dijo: -"!Víboras¡, ! ya se ocuparán en envidiar mi nueva puerta !"-. Continuó su marcha. -" A este paso llegaré al amanecer"- se lamentó con rabia. Un coro de grillos taladraba la noche. La tenue luz de la luna hacía resplandecer los montes de blanquísimos almendros en flor, dando al paisaje una luminosidad fantasmagórica. Y sigue, cada vez mas encorvado por el peso de su carga y con el continuo "rac-rac" que se transforma en solemne ritmo que acompaña a los procesantes. -"Ya veremos si podran husmear lo que tengo dentro del cortijo cuando tenga mi nueva puerta instalada. Se acabaran las rendijas, ¡si señor!"-.

Comenzaban a insinuarse los primeros resplandores del día cuando llego por fin a su destino. Una vez dentro, realizó un último esfuerzo y colocó la puerta en posición horizontal sobre dos apoyos que la transformaron en gigantesca mesa. Encendió una gruesa vela y se quedó observando detenidamente el fruto de su esfuerzo. -"¡Eres magnífica!"- le expresó con cariño y emoción. Con el filo de la navaja quitó una delgada capa de madera envejecida; sus ojos se iluminaron de alegría. -No me he equivocado, debajo eres joven; mañana comenzaremos el trabajo; ya verás lo hermosa que te dejarán mis manos". Se sentó sobre el suelo y apoyó la espalda sobre uno de los toneles; se sirvió un generoso jarro de vino. Observaba la puerta bellamente suspendida por los pedestales improvisados y se le ocurrió imaginársela como una amada durmiente que aguarda ser despertada por las caricias de su protector. El agotamiento, el lacerante dolor de sus hombros y espalda, el noble vino, y la magra y danzante luz de la vela, conformaron una mezcla que sumergió a Celestino en una melancólica añoranza. Frente a él sobre la superficie de una de las arqueadas vigas del techo se distinguían claramente las iniciales "C y N" que hacía tantos años había grabado con la punta de su navaja. Luego, entrecerrando los ojos, comenzó a recordar cosas del pasado. -"¡Ay , Nora, qué felices pudimos haber sido!"-. Fue precisamente en este lugar donde Celestino debuto en el amor, o al menos en algo que se le parecía. -"¡Eramos tan jovenes! - El cortijo, aún de su padre, se transformó en el sitio de sus encuentros prohibidos, pero sumamente excitantes. Nuria poseía una belleza delicada y cautivadora. -"Sí, ¡era tan bella!, me parecía verla y escuchar su risa, y sus gestos de niña"-. Es cierto,Celestino,¿recuerdas su pelo de color de trigo maduro, y su piel rosada, su tibieza, su tersura... -"Claro que lo recuerdo, ¡como no recordarlo!- . Pero hoy hasta causa gracia pensar en lo torpes que eran. -"Es que sabíamos lo que hacer, pero desconociamos los medios"-. Ya lo creo, la excitación estaba justamente en eso, en el beso mal dado, en una falda a medio levantar, en la semioscuridad cómplice, en el terror a que alguien entrara de improviso. -"¡Ah, pero que hermoso era navegar en esos mares clausurados, prohibidos, impelidos para la tumultuosa, embriagante y cautivadora fuerza de la juventud!"- ¿Recuerdas cuando le propusiste que se casara contigo? -"Si, ¡tonto de mí!, ¿como hubiera podido yo detener sus ímpetus de volar? -" En efecto, se sentía como un pájaro enjaulado en una realidad familiar que la agobiaba. -"Una vez me dijo con resolución y fiereza que no quería repetir la historia de su madre y su abuela, y llenarse de trabajos y de hijos en este pueblo y me mostró una revista de vida de artistas que una amiga le había traido de Granada" -¡Esto es lo que quiero!, te dijo en un grito. -"Y un día , al cumplir la mayoria de edad se marchó y durante mas de veinte años tuve que soportar verla aparacer en mis sueños, implacable, soberbia, sin que me pidiera permiso". -Pero, Celetino, a ti lo que mas te marcó fue aquella frase que dijo en la última noche. -"Si , luego de nuestra relación de despedida le dije: por ser la última vez, no estuvo tan mal, a lo que ella respondió: ¿Y por que tiene que ser la última? -¡Vaya!- . "Hoy, hasta me resulta gracioso; ¡estúpido de mi!. Eso se me hizo a mi como una promesa, que habría otra noche, en la distancia, en el tiempo, pero que indefectiblemente existiría.


Continuará.........................

lunes, 15 de diciembre de 2008

Cristo Va... Cristo Viene " La Puerta" (Primera Parte)


Hace unos meses estube en Mecina charlando un buen rato con Carlos di Palma, me hablo de algo que le habían contado, un suceso ocurrido en 1935 en esta zona de la Al pujara granadina y que a el, entre vaso y vaso de buen vino de la Contraviesa le habían comentados varios paisanos de la zona en animada charla.
Estaba ilusionado con escribir un relato, un pequeño cuento sobre el tema.
Hace unos días le he visitado y me ha entregado el manuscrito del cuento ya terminado. Yo solo hago de transmisor de la historia para compartirla con quien lea estas lineas.



1935

CRISTO VA..... CRISTO VIENE

LA PUERTA



Celestino la miraba con una intención casi lasciva, y no era desde hacia poco. Le resultaba imposible precisar desde cuanto tiempo atrás paso por su mente la idea de poseerla. No cabía duda de que ella ejercía sobre el una atracción poderosa. Con tal de verla, buscaba cualquier excusa para acercarse hasta Panjuila y pasar cerca del cortijo abandonado donde ella estaba. Si algún día conseguía hacerla suya, la imaginaba custodiando el lugar que tenia en Campuzano. Sonreía pensando en acariciarla, y aspiraba orgulloso el aroma del vino fresco, fruto de sus viñas, el cual ella cuidaría para el. Admiraba la estructura de sus formas y el noble origen de su esencia que a pesar de los rigores de los años y las inclemencias sufridas por soles y lluvias, y de tanto tiempo de abandono, aun podía percibirse en ella, que con un poco de dedicación y cuidados, volvería a ser lo que fue. Sí, aquella puerta de robusta madera de castaño que pendía casi de milagro de unos goznes oxidados y vencidos, tenia que ser suya; entonces planifico el rapto. Para justificar su acción, considero razón suficiente que Cecilio, el dueño del cortijo, se había mudado a Torvizcón hacia años, al casarse, y nunca mas se había ocupado de aquel lugar. Y así, en un atardecer de Abril, se propuso poner en practica sus proyectos. En un zurrón guardo algunas herramientas, se colgó al hombro una bota de vino de su cosecha y partió hacia Panjuila calculando llegar ya entrada la noche. Una vez en el sitio extrajo una barreta de hierro y comenzo a hacer palanca para liberar a su presa. A pesar de su débil apariencia, le costo muchos sudores vencer la resistencia de aquellos carceleros que se empeñaban en no soltar a su prisionera. Ya liberada, Celestino trato de calcular el peso. Cuando trato de levantarla le entro un escalofrío....!pesaba más de lo que había imaginado!. !Pero tan bella!. ¿que distancia habría entre Panjuila y Campuzano?; pues menos de tres kilómetros, y la pista, considerando en definitiva no era un camino de cornisa, no ofrecía demasiados accidentes que fueran a dificultarle seriamente la marcha. Mientras preparaba un lazo, lamento la muerte de su burro; hubiera sido de gran ayuda; pero bueno, así estaban las cosas. El tener puerta nueva en Campuzano, seria un motivo de alegría que cortaría en gran parte la mala racha que venia amargándole ultimamente la existencia. Tomo aliento y haciendo un gran esfuerzo paso el lazo a bandolera. La puerta se elevo y uno de los lados de la parte inferior quedo descansando en el suelo. Inicio la penosa marcha. El ángulo que apoyaba en el sendero comenzó a marcar un surco en la tierra entre el "rac-rac" disonante que se producía a cada paso de Celestino. Por momentos, el andar era lento pero rítmico y otras veces trastabillaba ante el mal paso producido por una piedra, o un desnivel del camino. Cuando sentía que el esfuerzo lo agobiaba, se sentaba a descansar y aprovechaba a beber un trago de vino y secarse el frió sudor que corría por su espalda. En sus hombros comenzaban a formarse llagas sanguinolentas; mas de una vez pensó en desistir pues a cada paso la puerta parecía pesar mas y mas.
................................................................................................................


Continuara.......

domingo, 14 de diciembre de 2008

Mangas Verdes La Tejedora (Cuento)



Veía al tío Arturo manipular entre lo que a mi me parecían aparatos espaciales, elementos de naves que venían de otro planeta, incluso jugaba con algunos que ya no le servían, que se habian estropeado y habían sido sustituidos por otros para que aquel aparato de radio funcionara. Cápsulas de vidrio transparente que en su interior dejaban ver trocitos de alambre , algunos en espirales sujetos en plaquitas plateadas friísimas. Yo me veía todo un astronauta manipulando y jugueteando con aquellos chismes.

Arturo vivía en una calle estrecha del barrio de Tetuan en Madrid, en la ultima planta de una casa modesta de tres alturas. Un amplio portal con escaleras de peldaños de madera, iniciándose en un solo tramo central con otros sucesivos a izquierda y derecha que se unían en el siguiente piso en otro tramo central. En un rincón del salón había instalado un pequeño tallercito donde tenia todo sus instrumental, repuestos y aparataje.

Por alguna circunstancia que desconozco el hermano de mi padre que habría tratado de "hacer las Americas", había vivido un par de años en Venezuela, en la ciudad de Maracaibo, pero no debieron de haber salido las cosas como el pensó y había regresado al poco tiempo.

Ya en Madrid hizo un curso por correspondencia de radio y electrónica en la Escuela Maymo. Se podían ver en estanterías de madera que el se había fabricado todas las notas y apuntes que le mandaban junto a los elementos de montaje y componentes, incluso los soporte de circuitos, las carcasas y muebles que los aparatos de radio que el curso incluía. Todo eso me llamaba la atención en gran manera. No creo que fueran más de tres o cuatro mis visitas esa casa, pero tanto me llamo la atención que ahora la recuerdo como si la estuviera en ella. Yo mismo he regalado a algunos niños hace poco tiempo algunas piezas similares procedentes del "destripe" de algún transistor viejo a Germán o a María que se han pasado buenos ratos en el taller jugando con sus "naves espaciales" como si fuera con la mejor Nintendo de ultima hora.

En el otoño del 57 una de aquellas preciosas y misteriosas cajas de madera apareció en la casa de mi abuelo Canelo en Villanueva, mi tío Arturo le había hecho la radio y en uno de los viajes de mis padres al pueblo se la habían llevado.

Dos bandas de onda media y una de onda larga, con un precioso dial de cristal donde aparecían todas las emisoras, desde las más cercanas a las más lejanas, Berlin, Moscu, Praga......
Ya de noche se sentaba mi abuelo junto a la radio y en un volumen que casi el solo podía oír, escuchaba Radio Pirenaica, todo en un gran secreto y un tanto de ceremonia. En algunas ocasiones me dejaba que escuchara junto a el , mientras el resto de la familia, todas mujeres estaban en la cocina en sus labores o charlando sentadas frente a la gran chimenea del fondo.
Siempre escuchaba las mismas entradas: "-Escuchan Radio España Independiente, Radio Pirenaica.....
y seguían con su retahíla de la que yo nunca entendía ni papa, pero de la que mi abuelo siempre tomaba buena nota, o eso es lo que me parecía a mi , ya que no se separaba por un buen rato de aquel aparato

Tiempo después entendí para que servía aquel cable que había colocado disimuladamente estirado en el caballete central del tejado formado por tejas árabes y que no se podía ver desde la calle.

Por las tardes, sobre todo cuando la lluvia arreciaba o hacia mal tiempo solía escuchar un programa en el que durante algo así como media hora contaban cuentos, de los de verdad, de los de antes. Relatos que a pesar de su fantasía a mi me parecían reales ya que escenificaban con sonidos todo lo que ocurría detrás de las palabras. Quiero dejar aquí uno de ellos que nunca escuche, pero que pude haber escuchado.


-"Queridos niños y niñas...... hoy os vamos a contar a todos el cuento de la Tejedora Margas Verdes..."

....."En un lejano país, había una vez una tejedora que con hilos de varios materiales... lino, lana y hasta seda que ella misma hilaba hacia preciosos paños y luego con ellos .. cosiendo y cosiendo hacia hermosos vestidos que regalaba a todos sus familiares y vecinos.. sin ocuparse demasiado por ella misma. Así teje que te teje, día a día, mes a mes, año tras año... hasta que llego a tener tantos que no tenia mas remedio que jubilarse. los vecinos le decían : -" Y para ti cuando vas ha hacer algo-" , "-Vas hecha un desastre.. tejedora-" . Así que a punto de dejar de trabajar, decidió hacerse un vestido de seda , le puso unas abombadas mangas verdes... se lo probo, le gusto y salio a la calle con el puesto luciéndose.
Otra vez los vecinos le decían cosas por la calle :"-A buenas horas Mangas Verdes-", pero ella ni caso, seguía paseando con su lindo vestido orgullosa de su trabajo, sin hacer caso a nadie.

Y esta es la moraleja del cuento, que no solo es una sino tres..... dos que os diré ahora y otra que tendréis que descubrir por vosotros mismos queridos amiguitos.

La primera que no se debe de dejar para mañana lo que hoy podáis hacer y lo primero es ocuparos de vosotros mismos ........ y la segunda que nunca es tarde para empezar ha hacer algo.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado"......





Dejo un archivo sonoro de la ultima emisión de "La Pirenaica" en 1977.

http://personal4.iddeo.es/mende/sonidos/despedida.mp3

(Para escuchar solo tienes que copiar y pegar en el navegador, o pinchar aquí directamente)


(La idea de este cuento la tome prestada de un programa de Radio Nacional que escuche ayer mientras estaba trabajando. La segunda fotografía es de un aparato de radio parecido al que todavía hay en casa de mi abuelo, el mismo que le hizo mi tío Arturo y que después de 55 años sigue funcionando, solo tiene estropeada la rueda de madera del potenciometro de volumen, la primera fotografía es del taller de Ricardo Martín y también sigue funcionando cada día, supongo que hasta que se jubile, como Mangas Verdes).

Los Colores y los Dias (A Mediados de Diciembre)

La helada de la noche ha dejado empapada la tierra. El sol apareció entre las nubes de mañana bien temprano calentando los terrones haciendo que el agua se evaporara.
Un emocionante paisaje casi fantasmal que hacia soñar con estar flotando entre las mismas nubes, sin peso. Solo mis pies a cada paso mas pesados mientras se hundían entre los surcos hacían que descendiera de mi levitación, llevándome a la realidad.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

La Musica del Agua (Nacimiento del Rio Cerezo)



Uno de los mayores espectáculos de la naturaleza es el nacimiento de los ríos y arroyos.
En Villanueva del Rosario a la falda de la sierra, nace el rió Cerezo, en verano las cabras montesas vienen hasta aquí a beber,se las puede ver de cerca, las madres con sus crías agazapadas entre las rocas y los arboles, ahora en las cumbres hay suficiente agua como para que no vengan a tomar este agua fresca.
Pensé que quizá podría ver alguna, pero no contaba con que la nieve reciente y el agua de la lluvia han dejado en las cumbres una buena despensa.

Me quede un buen rato escuchando la música de la naturaleza, la música del agua brotando entre las rocas y de la brisa de la montaña acariciando las ramas ya sin hojas de las higueras que navegan por la corriente dejándose arrastrar. La vida naciendo entre las grietas de las piedras.

Toda una gran filarmónica acariciaba mis oídos, por un lado las cuerdas, por el otro los metales........ es la música del agua, en el nacimiento del río Cerezo.

jueves, 4 de diciembre de 2008

Descubriendo la Casa del Color


Irune, no tengo ni idea de como he podido llegar a montar un taller de pintura.

Casualidades de esas de las bifurcaciones de caminos que hay en la vida me han llevado a convertirme en maestro.... imaginate yo enseñando pintura.

Pues si y parece que no va del todo mal, al menos mis alumnas están mas contentas que unas pascuas y los progresos son considerables, pero otra cosa te diré... yo también aprendo, tanto en el ejercicio de preparar las clases como de mis alumnas sin ella saberlo. Ya hace un mes que empezamos y ya hay trabajos terminados , incluso ya he cobrado los primeros eurillos que desde luego para estos tiempos de chamá que corren no vienen nada mal.

Han montado sus propios marcos con unas cuantas maderas , cola y puntillas y los lienzos con trozos de restos de sabanas que se trajeron de casa, dieron las imprimaciones y hacen sus propios óleos con pigmentos y aceite de linaza. Para tan solo un mes creo que no esta nada mal... la verdad es que estoy contento.

La fotografía es del primero que ya se ha secado, esta hecho tomando como modelo unas cuantas hojas de la enredadera del jardín y otras de los avellanos. Te seguiré mostrando las obras que pínten para que me digas que te parece.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

La Cañada del Sacristan





Así se llama el cortijo rural que Antonio y su mujer dirigen desde hace algo mas de un año, Cañada del Sacristan.

Un acogedor y familiar alojamiento rural que esta ubicado en el paraje El Brosque en Villanueva del Rosario. Entre bosques de encimas centenarias , nogales y olivos.

Ayer pase un rato charlando con Antonio, me enseño su casa, me hablo del primer juguete que le regalaron , un pequeño cochecito de hojalata y vivos colores y de la ilusión que tienen por que su proyecto y su nueva forma de vida se consolide, casi no tenia que hablarme de esa ilusión, se le ve en la mirada y la transmite sin hablar.

Cuando vine las nubes habían tapado las montañas, pero al regreso el sol entraba entre ellas dejando ver el precioso paisaje con las montañas llenas de nieve.

Dejo la pagina del cortijo para quien quiera tener mas información

www.canadadelsacristan.com