domingo, 28 de febrero de 2010

Blason y Escudo del Señorio de Alimanes


Ya sospechaba que algo más nos querían decir los duendes de los ríos y las montañas de Alimanes cuando encontré tirado en la cuneta el letrero, una casualidad que en aquel momento algo nos dio que pensar, alguna ligera sospecha de que algo mas había encerrado en aquel pequeño rincón entre las montañas.

Al día siguiente de haber publicado la anterior entrada sobre este tema, Irune me mandó un correo en el que me insinuaba la similitud de este escudo de Alimanes con el escudo de la Diputación Foral de Bizcaia. Rápidamente busqué y lo que encontré, quizás era mucho más de lo que me había insinuado mi amigapues ella solo pensó en la similitud de los dos escudos, y descubrí no era solo eso, sino además que el origen del escudo actual de Bizcaia es el mismo que el del antiguo escudo de Alimanes que yo había fotografiado en la fuente del cortijo. Muy pocas diferencias había entre los orígenes de uno y otro. La cosa seguía intrigando, ¿como aparece aquí este escudo, en un lugar escondido de Andalucía?, ¿Qué relación habría entre Bizcaia y este lugar del norte de la provincia de Málaga?.

Remontándonos a los orígenes del Señorío de Vizcaya, su escudo se va configurando a través del tiempo, con dos elementos esenciales, un animal, el lobo, y un árbol, el roble, cambiando o manteniendo estos elementos y sus distintas formas de representacion, según los cambios políticos o sociales y la estética de identificacion de los elementos de la heráldica en cada momento. En el primitivo escudo figuran una bordura que rodea el centro con aspas, que representan cruces de San Andrés. En heráldica esta cruz simboliza "Caudillo nunca invicto en combate".

Los lobos se tomaron del escudo de los Señores de Haro, creadores del Señorío de Vizcaya, Lope Diaz de Haro, "El de Nájera", cuarto Señor de Vizcaya, desde 1124 a 1170, usó un lobo en sus sellos de cera y plomo, y su hijo Diego Lope de Haro "El Bueno", que tomó parte destacada en la batalla de las Navas de Tolosa con sus fuerzas , formadas en gran parte por vizcaínos, agregó al escudo de su padre otro lobo más, ambos "cebados" o "encarnizados", así llamados por llevar un cordero en la boca, en recuerdo de la victoria y gran botín tomados a los árabes en la citada batalla.

El árbol, representa el roble que fue dosel o refugio de la asamblea de los vizcaínos, congregados al aire libre en Idoibalzaga o Guernica.

Desde entonces la casa de Haro, colocó en su escudo heráldico, los dos lobos andantes cebados en campo de plata y con el tiempo, ya en el siglo XII, los vizcaínos ostentaron esos mismos elementos en honor a sus Señores, andantes y cebados, colocándolos rodeando el tronco y debajo de la copa del roble, que significa sus libertades. Cuando en 1565 llegó el momento de plasmar por escrito su Fuero para que fuese reconocido por la Monarquía como sus leyes fundamentales, fue mandado imprimir, dejando muy claro, ya desde la portada, el contenido de las mismas. Así el titulo de este documento decía:

"El fuero, privilegios, franquezas y libertades de los caballeros hijosdalgo de señorío de Vizcaya
confirmados por el Rey Felipe II Nuestro Señor,
y por Emperadores y Reyes, sus predecesores.
En Medina del Campo, en el año 1565."

El la portada del Fuero, junto al enunciado, figura claramente los elementos fundamentales ya referenciados, el roble y los lobos.

A finales del siglo XIX, y con motivo de la construcción de un nuevo palacio, sede de la Diputación de Vizcaya, en la Gran Vía bilbaína, y dado que en el frontispicio de dicho inmueble se pretendía instalar un escudo de grandes proporciones con el blasón vizcaíno, se tomó el acuerdo de cambiar la anterior configuración, decidiéndose que en el centro se colocara un roble sinople (verde), con tronco recto y sin nudos, raigado, osea con las raíces al descubierto, frondoso o copado y frutado, con bellotas de oro que salpiquen el follaje. Cruzando con su cuerpo, uno sobre otro, aparecen marchando dos lobos sables, llevando apresado por el centro del cuerpo, sendos corderos blancos.

En 1986, con la llegada de la democracia, se producen nuevos cambios que llegan hasta la actualidad. El Estatuto de Guernica reconoce, de forma inequívoca, los Regímenes Forales específicos y privativos de los Territorios Históricos que forman parte de País Vasco y los signos de identidad que siempre le fueron propios. Así el escudo mantiene el roble de copa verde con el tronco recto y sin nudos sobre tierra, introduciendo en su copa los tres cabos de una cruz, agregándose una bordura con ocho aspas o cruces de San Andrés del primitivo escudo. Desaparecen en esta ocasión los leones y los lobos representantes del Señorío.

Hasta aquí el relato y las descripciones de los elementos que en su desarrollo a través de las distintas etapas históricas del escudo de Bizcaia. Ahora toca al nuestro, el de Alimanes. Visto uno y visto el otro y su desarrollo, la conclusión esta clara, son idénticos y mantienen los mismos elementos.

El escudo de Alimanes tiene un cuartel central, con un árbol, posiblemente un roble, con copa frondosa y frutada, con tronco recto, sin nudos y con raíces en tierra y a la vista. Los dos lobos andantes, uno sobre otro, rodeando el tronco del roble, uno a cada lado del mismo, mirando hacia la derecha, ambos en la misma dirección. Dos borduras, una primera con ocho cruces de San Andrés y otra segunda, y última, con cadena de sable de eslabones continuos, que rodea todo lo demás.

Están todos los elementos del primitivo escudo de los Señores de Vizcaya, únicamente se agrega la bordura de las cadenas, que interpreto tienen algo que ver con el Reino de Navarra. Las cadenas fueron agregadas al escudo de los reyes de Navarra, después de su intervención decisiva en la batalla de las Navas de Tolosa en julio de 1212, que supuso la entrada de los cristianos en en corazón de Al Andalus. Sobre este elemento, al que agregaron varias ramas de descendientes de los de Haro, solo podemos tener conjeturas de que se habrían asentado en Andalucía y que estaban relacionadas con sus vecinos navarros, como ocurre con el marquesado de Carpio.

Como de los Señores de Alimanes (Alemanes) no encuentro nada de nada, el asunto se queda aquí, con una conclusión, y es que de alemanes nada, aquí no hubo alemán alguno nunca, sino que fueron vascos y posiblemente navarros quienes poblaron estas tierras después de la reconquista.



(En las ilustraciones: La primera es la representación del escudo de los Señores de Haro en sus orígenes, la segunda es la imagen utilizada en el Fuero de 1565, la tercera corresponde a los cambios efectuados a finales del siglo XIX, y la cuarta es la actual configuración . La fotografía superior central es el escudo del Señorío de Alimanes, que está fijada en la parte trasera de la cabecera de la fuente del Cortijo Alemanes, en el termino municipal de Antequera , pero muy cerca del municipio de Villanueva del Rosario. Sobre este tema hay otra entrada en el blog, con fecha del dia 25 de Febrero de este año, con el titulo "Toponimia del Valle del Alto Guadalhorce".)

jueves, 25 de febrero de 2010

Toponimia del Valle del Alto Guadalhorce, Alimanes






Hace unos meses que Francisco Alvarez Curiel (Paco Pedrines), me hizo llegar un artículo que había publicado en la revista Rayya, se trataba de un estudio sobre la toponimía de la comarca que se configura en el valle formado por el rio Guadalhorce en su nacimiento y los ríos y arroyos de la cuenca que abarca, y que vierten sus aguas en él, al norte de la provincia de Málaga, lindando con las de Granada y Córdoba. Suele leer el blog y pensó que los datos de su escrito me podrían ser de utilidad, y desde luego que lo han sido, me han dado material para desarrollar un buen número de sus contenidos.

Paco hace un amplio estudio de los nombres con los que denominamos a los distintos ríos, fuentes, cuevas, caminos, cortijos y el resto de los accidentes geográficos de la zona y de la procedencia de los mismos. Con muy buena intuición, sabe dejar abierto el tema para que quién se interese, los amplíe y desarrolle. Se centra en la zona que le es más cercana y en la que nos ha tocado vivir, en los municipios de Villanueva del Rosario y Villanueva del Trabuco, pero como los ríos, las fuentes, las montañas, los caminos y las veredas de los pastores, no entienden de linderos ni divisiones del territorio un tanto artificiales, lo amplía a los municipios de Antequera y Archidona.

Me han llamado la atención algunos de los datos de su escrito, en especial lo referente a la demominación "Alimanes", se trata de un cortijo que yo siempre conocí y que creo que todo los que lo conocemos lo hemos llamado y llamamos Alemanes. En algún momento, alguien pensó que la palabra Alimanes no sonaba bien, y por arte de birli-birloque, lo cambió y empezó a denominarle por la palabra Alemanes, que le parecería más correcto, con la idea de que la anterior quizás estaría confundida, pareciéndole esta como más normal, un lugar donde habían vivido personas de procedencia alemana, y eso sí que ya podía encajar, así que se quedó con el nombre, que es con el que yo y los que conocemos el lugar, lo hemos conocido desde siempre. Es posible que en algún cambio de propiedad, el notario o escribano de turno cambiara el nombre, con la idea de que alguien anterior a él, en una operación similar se hubiera confundido escribiéndola mal, o con letra dificilmente legible, el caso es que se quedo así, y así sigue y seguirá siendo por siempre, el de Alemanes.

Hace ya casi dos meses que me decidí a indagar algo mas sobre el tema, y en una mañana fría pero con un bonito sol, nos acercamos Teje y yo al lugar para recabar alguna información mas en la zona. Ya me temía que nos pondrían problemas para entrar en la propiedad, pero al llegar, la barrera de la entrada no estaba echada, y la persona que suele estar al cuidado de ella no aparecía por ninguna parte, así que decidimos seguir el camino hacia la cortijada. Al llegar nos quedamos junto a la fuente de la entrada, al minuto salieron de sus casas dos mujeres de mediana edad, una primero, la mas mayor, y la otra detrás de ella a poca distancia y con paso más lento, dejando lugar a que fuera la primera la que entablara conversación con nosotros. Nos mostraron su extrañeza por nuestra presencia en el lugar, y porque no nos hubieran puesto problemas en la entrada, preguntándonos, sin hacer preguntas, por nuestras intenciones. Les comentamos lo que había pasado, nos identificamos, y enseguida salieron a relucir relaciones casi familiares y se mostraron mucho mas receptivas, hablándonos de lo que conocían de aquel lugar, donde habitan desde hace mas de 50 años. Efectivamente tenían noticias de la procedencia del nombre, pero nada sabían del como ni el cuando del cambio. Nos mostraron con satisfacción lo que estaba cercano, enseñándonos la fuente, el escudo nobiliario que antes había estado colocado en la parte superior de la entrada de la casa principal y que en una reciente remodelación habían colocado en un lugar común a todos y no en la casa de uno de ellos, así que la decisión fue integrarlo en la parte trasera de la pared de piedra de donde salen los caños de agua de la fuente, que viene directamente de los manantiales de la sierra, a no más de 100 metros. Nos hablaron de la importancia en épocas pasadas de la fuente como abrevadero, por estar situada estrategicamente al pie de la antigua Vereda del Camino de Málaga, que tenía una anchura de dominio de 20 metros, que ellos siempre habían respetado, justamente al inicio de la cuesta de la subida al Puerto de las Fresnedas, que atraviesa la cadena montañosa que encierra la ciudad de Málaga, se trataba pues de una de las principales vías de comunicación entre el interior y la costas mediterráneas andaluzas.

Seguimos charlando con las dos mujeres un buen rato sobre anécdotas de la cortijada, les dimos las gracias por las atenciones y regresamos, pero al dejar el camino y enlazar con la carretera del pueblo, nos paramos para tomar algunas fotografías panorámicas, y al saltar la cuneta, ¡sorpresa!, tirado en el suelo había un pequeño letrero de madera, con la indicación "Cortijo Alemanes". El nombrecito seguía dándonos sorpresas, o quizás algo que nos estaban queriendo decir los duendes de las montañas y los ríos de la zona.

Indagando algo más sobre el tema, encontré que el Señorío de Alimanes y sus tierras aledañas, formaron parte del reparto que, a la toma de la ciudad de Antequera a los árabes, hizo el Infante Don Fernando entre los nobles que habían tomado parte en la contienda, habiendo sido cedido el territorio a la familia Rojas, siendo su fundador en la ciudad de Antequera, Don Martin de Rojas Manrique, más tarde, en 1639, por transmisión de herencias en la misma familia, se unen en la persona de Don Alonso de Rojas y Boza, los títulos de Señor de la Peña de los Enamorados, y Señor de Alimanes. Al contraer matrimonio en 1735, Don Alonso de Rojas Sanchez Teruel y Fernández de Córdoba, con Doña Isabel María Arrese Girón y Mendoza Quesada y Toledo, unieronse los títulos de la familia Rojas a los casi más de dos docenas títulos de su esposa, pertenaciendo a sus descendientes, entre otros muchos, los de Señor de Alimanes, El Marquesado de Cauche, y El Marquesado de la Peña de los Enamorados.

Aquí se pierde la pista que con mis escasos medios he conseguido hilvanar. Con respecto al Marquesado de Cauche, hay mucha más información de todos sus descendientes hasta la fecha, así como del Marquesado de la Peña de los Enamorados. Solo una referencia más digna de mención, y es que Alimanes figura en el reparto de territorios que se hace al final del siglo XIX para la configuración provincial de España que ha llegado a nuestros días, quitando ese territorio del antiguo reino de Granada para aportarlo a la provincia de Málaga. El hecho de ser mencionado hace pensar que, quizás, el territorio con esa denominación fuera mayor entonces y no solo lo que hoy entendemos por el cortijo y las tierras colindantes como Alemanes.

Resaltar la importancia de que en las mismas manos estuvieran las propiedades y títulos de Alimanes y Cauche, ya que las del primero controlaban el paso hacia Málaga desde el interior, y las del segundo controlaban la misma vía de comunicación, el mismo camino pero hacía el interior, desde Málaga y su importante puerto marítimo, ya en la ladera sur de la cadena montañosa. Cualquier persona o mercancía que pasara de un lado a otro en esa época, sería facilmente controlada por la misma persona. Me hablaron, hace años, de un posible "peaje" necesario para atravesar el Puerto de las Fresnedas, no presté mucha atención, pero ahora me "pica" la curiosidad.

Hay mucho que investigar, empezó Paco, ahora lo hice yo y si viene alguien detrás, aquí tiene las pistas para poder seguir haciéndolo.


(Con relación al camino aquí citado, hay en este blog otra entrada sobre él, la del día 24 de Abril 2009, con el nombre "Han Robado un Camino". La revista Rayya, se edita por el Ayuntamiento de Archidona, a través de la Biblioteca Pública Municipal y el Instituto del Patrimonio de Archidona, solo se han editado 5 números, uno cada año, el último se editó con el nombre de Revista de Investigación Histórica de la Comarca Nororiental de Málaga. La zona a la que se refiere esta entrada pertenece en la actualidad al municipio de Antequera, pero esta situada a tan solo 4 km del pueblo de Villanueva del Rosario. )

miércoles, 17 de febrero de 2010

Biznaga, La Flor de Málaga



Grupos de partidarios de unos y otros se agolpaban a las puertas de la Alcazaba, todo el mundo en tensión en espera de que la Corte de los Jueces y Hombres Sabios de la ciudad tomaran la decisión definitiva. Durante las semanas anteriores habían acaecido grandes algaradas y tumultos en la ciudad, cada cual tomando partido por un bando. Tan grandes fueron los alborotos que las autoridades tomaron cartas en el asunto antes de que las cosas fueran a más, proponiendo que los Sabios de la Ciudad se reunieran en el Gran Consejo, dictaran sentencia y decidieran por fin acerca de la solución del problema.

Desde tiempo los biznagueros recorrían de una a otra parta la ciudad pregonando su mercancía, los unos gritaban:

-"Biznagas de amor....., que son de olor...."-

Los otros, con la penca de chumbera repleta de bellas y olorosas biznagas en su brazo y con la mano en la boca, a modo de altavoz, gritaban al aire su pregón:

-"Biznagas de olor.... que son de amor...."-

Una y otra forma de anunciar la bella mercancía de enamorados , consiguió partidarios y detractores, cada cual dando sus propias razones en las charlas y acaloradas discursiones de las casas y las tabernas, cada cual queriendo llevar razón. Una pugna que ya duraba varios años y que ultimamente había alterado fuertemente la convivencia de los ciudadanos.

Por fin había llegado el día y todo el mundo, agolpado en la plazuela esperaba impaciente, cuando ante la puerta el Mayor de Gran Consejo, salio con el pergamino en el que se había plasmado la sentencia que decidiría la forma en la que en lo sucesivo los biznagueros pregonarían la flor de la ciudad, con lo que la disputa debería quedar zanjada.

Sometidos unos y otros al arbitraje de los Sabios, esperaban la decisión , con el compromiso de acatarla por ambas partes. Por fin, con voz solemne dio lectura a la larga y razonada sentencia, por la que el pregón en el futuro habría de ser:

-"Vendo.... Olor........"

Asombrados por la solución dada, con tan solo dos palabras, se miraban unos a otros haciendo gestos de asentimiento y agradable captación del pregón que todos escucharían a diario en sus calles a partir de aquel momento.




(La fotografía la hizo Irune hace casi dos años y me la mando ayer, agradecimientos por captar la belleza. El relato nunca ocurrió , pero pudo ocurrir. Otra cosa más es que en realidad la biznaga, que es la flor de Málaga, no es una flor, pero eso es otro asunto secreto que pocos conocemos)

domingo, 7 de febrero de 2010

Musicos Callejeros, Mambo Número Cinco


A lo lejos, ya desde la entrada por la Alameda, se podía ver una aglomeración a mediada la calle, tanto que desde lejos, me parecía que casi no se podía pasar. El grupo de personas arremolinados ante lo que estaba pasando , había cortado la Calle Larios junto a la esquina del Metropolitano. Algo estaba ocurriendo, me acerque y empecé a escuchar ya desde lejos el sonido de la música y ver los movimientos del grupo de gente que no solo escuchaba , sino que además bailaba en medio de la calle al ritmo de la banda.

No se muy bien quien estaba disfrutando más, si los espectadores o los propios músicos, yo creo que los últimos , que no dejaban de tocar y bailar haciendo que los espectadores bailaran con ellos. Toda una fiesta en la que estaba participando todo el mundo. Mambo Número Cinco, pasodobles, villancicos, todo un repertorio de fiesta y jolgorio.

El grupo me estaba pidiendo a gritos que me metiera dentro de la juerga y así lo hice, acercándome he integrándome en la fiesta todo lo que pude.






(La fotografía y lo vídeos están tomados en la navidad del 2009, en la Calle Larios, en el Centro de la ciudad de Málaga)

jueves, 4 de febrero de 2010

Mediterraneo, El Color de las Miradas Silenciosas

Observe con atención, pero no se a quien más, si al mar o a ellos, la imagen me pareció llena belleza y ternura . Sentí unas sensaciones que me resultaron agradables, de esas que llenan y sin saber muy bien porque.

Pensé en Irune, la Esponjita. Me tiene un pulso echado, quiere saber si el silencio tiene color , ella sabe que si, que hay color en el silencio. Lo tiene muy claro, meridianamente claro, porque cuando pinta, siempre en silencio, los colores de su paleta, son únicamente lo que ella lleva dentro, en su propio silencio, que solo ella conoce y que no puede controlar, salen en sus lienzos a borbotones, ellos solos, el color de su silencio esta en ella misma. Pero como buena aragonesa, no se conforma con saber lo que sabe, insiste tozuda en penetrar en los colores del silencio, y ese es el cariñoso pulso al que jugamos, me "pica" para descubrirse a si misma en mis propios colores.

Las olas en calma de estos días de tregua del lluvioso invierno , casi no producen sonido alguno, el silencio se prolonga a lo lejos en el horizonte de sus miradas, llenando sus ojos de malvas, azules, lilas y violetas. Solo de vez en cuando, una pequeña ola llega con la suficiente fuerza como para que salte algo de espuma , choca contra el muro que les sirve de improvisado asiento, y produce el agradable sonido de la naturaleza viva, que ellos no llegan a percibir.

De vez en cuando se miran, se quedan en silencio , miradas cómplices de enamorados llenas de ternura. El color de sus silencios solo ellos lo saben, a mi se me hace que esta entre el rosa y el rojo.

Yo sigo mirando los colores de sus miradas, y los azules, malvas, lilas y violetas del Mediterráneo en Málaga, en una tranquila mañana de domingo.






(La fotografía y el vídeo están tomados a mediados del mes de Enero, desde el Balneario de los Baños del Carmen, en Málaga)

Amanecer a Primeros de Febrero


Los colores de este amanecer , en el segundo día del mes de Febrero, se me hacen manojitos de caramelos de violeta . En el silencio de la inmensidad de la naturaleza viva , se siente no solo el color, sino hasta la dulzura del sabor de los caramelos.

De niño siempre me quedaba mirando los escaparates de una tiendecita en el centro de Madrid, en la Plaza de Canalejas, a un paso de la Puerta del Sol. La tienda se llama así "La Violeta", sus estantes y escaparates están llenos de este dulce color. Las mejores "violetas" son eso, pétalos frescos de violeta cristalizados en azúcar, pero es un capricho que no se puede dar cualquiera, todo lo más, comprar una bolsita de caramelos con la forma , el sabor, el olor ,y el color de los pétalos de violeta ,que ya es un lujo posible y recomendable.

Este amanecer no costo nada, solo pararse a mirarlo y en silencio disfrutar del color, el olor y el sabor a violeta.



(La fotografía esta tomada junto al puente del río Parroso, cerca de Molino de la Púa,"a tiro de piedra" de Villanueva del Rosario, al norte de la provincia de Málaga)