domingo, 28 de marzo de 2010

Musicos Callejeros, Canon de Pachelbel en la Calle Arenal de Madrid




En la madrileña Calle del Arenal, junto a los muros de la Iglesia de San Gines y frente por frente al lugar donde vivió en una pequeña cajita de galletas Ratón Pérez, encontré a este grupo de maestros que con el sonido que salia de sus instrumentos habían arremolinado a un grupo grande de paseantes mañaneros.

Quizás Ratón Pérez seguía por los sótanos de estos viejos edificios de Madrid, disfrutando de la interpretación que estaba haciendo del Canon de Pachelbel, quizás tanto como yo.

El Padre Mariana había elegido un buen lugar, cerca del Palacio Real, para buscar alojamiento al ratón, y recrear el cuento que el rey Alfonso XII le había encargado para su hijo, quien después seria el rey Alfonso XIII.



(La fotografía del edificio es el lugar donde vivió el Ratón Pérez, entre dos de los balcones del primer piso se puede ver una placa dorada en forma de rombo en recuerdo del Ratón. Entre las dos fotografías media casi un año, y los balcones siguen acumulando trastos viejos, un tirón de orejas para las habitantes de esa casa y otro al Ayuntamiento de Madrid que lo permite, en un lugar tan simbólico como ese.)

sábado, 13 de marzo de 2010

Los Patos del Arroyo de la Canaleja





No deja de llover , ya llevamos 90 días sin parar, con únicamente tres o cuatro en que el sol nos ha regalado algo de luz y calor. En estos tres meses hemos superado los 600 litros de media anual. Hacia falta el agua, pero ya nos estamos pasando, y esto no para.

Hoy además las nubes se han apoderado del valle y cubren de espesa niebla las calles del pueblo, ya son las 8 de la mañana y el sol tardara en aparecer por culpa de las espesas nubes. En la radio las noticias del día. A momentos las luces de los coches que salen del pueblo aparecen entre las nieblas, nos cruzamos, cada cual a su tarea. Yo sigo organizandome el día mentalmente a la vez que observo las figuras difusas de los olivos que a un lado y al otro de la carretera se desdibujan entre la niebla.

Antes de llegar a la curva de entrada al puente salgo de la carretera entrando en el desvío que desciende a la calle del arroyo, para luego tomar el camino de Las Puentes.

La tranquilidad de mi ensimismamiento se rompe de repente, algo que entre la niebla no atino a reconocer interrumpe bruscamente mi camino, freno con fuerza y trato de controlar el sobresalto. Atónito, atino a observar varios bultos que en el suelo se mueven, colocados de un lado a otro de la calle, casi en fila, impidiéndome el paso si no quería llevármelos por delante,fuera lo que fuera aquello. Ya parado veo con mas claridad de que se trata. -"!La madre que los parió"¡-, un grupo de patos y patas se había colocado de un lado a otro de mi camino interrumpiéndolo, uno de ellos, el que tenia el pico mas naranja parecía estar al frente de lo que fuera que estaba ocurriendo, a la vez que desde su corta altura me miraba con fijeza y el cuello levantado tanto como podía, casi con descaro y desafío.

Espere un par de minutos para ver si se apartaban, pero al contrario, del arroyo salieron tres o cuatro más que se unieron al grupo. Decidí apagar el motor y las luces, la niebla ya se estaba despejando algo y por instantes conseguí ver con casi total claridad. Decidí salir del coche y tratar de apartar a los animales, cuando uno de ellos, el del cuello alto, caminaba a mi encuentro.
!El pato me estaba hablando!, no podía ser, no me lo creía, pero el caso es que yo estaba entendiendo lo que decía , y eso que de idiomas ando cortito, pero a este le entendí y bien claro.
"¿Como que no se puede pasar?", -"Pues no, no se puede, no se puede hasta que no nos solucionen los problemas que tenemos"-, -"En este pueblo sois todos unos guarros, lo vais a destrozar todo y ni os enteráis"-. Pregunte que es lo que había pasado y me dispuse a escuchar al portavoz del grupo de patos y patas , y bien que me contó, no paro de hablar.

Empezó desde el principio, me contó como habían llagado hace unos años a estas tierras , como se habían afincado en el pueblo y los problemas que tenían desde hace algo así como un año, desde que había empezado la canalizacion del arroyo y los que seguían teniendo y que cada vez se hacían mayores.

A algún turronero de los que vienen a vender en las fiestas, se le había ocurrido incrementar sus ganancias vendiendo pollitos de pato, pintando su plumaje con pintura de colores vivos para hacer mas atractivos a los animalitos .Los niños se arremolinaron junto al puesto y algunos papas compraron para sus peques patitos de color naranja, amarillo, lila o rosa. Los patitos se habían hecho grandes y ya no eran tan graciosos, así que algunos papas habían decidido soltarlos en el arroyo. Los patitos y las patitas crecieron y llegado el momento dejaron desbocar sus pasiones más naturales y nacieron más patitos y más patitas a causa de sus acercamientos amorosos. Crecieron con tranquilidad en el arroyo, junto al puente de la fuente vieja. Pero mira por donde, llego la piqueta y el hormigón, y lo que era un lugar lleno de vegetación y tierra húmeda donde había suficiente comida para el grupo, se hizo suelo y paredes de planchas de cemento y piedra. El arroyo se empezó a canalizar para proteger las casas colindantes de riadas y avenidas torrenciales , tan frecuentes en épocas de lluvias . Los patos no tuvieron más remedio que cambiar el emplazamiento de su residencia a la zona donde desemboca y termina el encauzamiento del arroyo.

Ciertamente ese lugar era mucho mejor, la obra les había beneficiado, la vegetación era más frondosa y había zonas donde los limos que arrastraba el arroyo se asentaban, haciendo que distintos tipos de gusanos y lombrices poblaran el terreno, un buen alimento para el grupo. Además en las riveras del encajado arroyo, se habían formados pequeñas mesetas que estaban cubiertas de hierba, y que ellos utilizaban a forma de playas, donde jugar y tomar el sol.

Al tiempo, entretenido en la platica del pato, acerté a ver que ya había tres coches detrás del mio, la charla se animaba, así que decidí pedirles que se apartaran para que que los otros coches pudieran pasar, y nosotros seguir con nuestra charla. Así lo hicieron y a la vez que me hablaban del sus problemas, me enseñaban como estaban los cauces del arroyo.

-"Mira, os lo estáis cargando todo, mira como esta esto de bolsas de plástico"-. Madre Pata , que hasta ahora había permanecido en silencio, se atrevió a abrir el pico: - "La semana pasada fueron dos pollitos los que se me murieron por la mierda que tiráis"-, y continuo contándomelo todo, indignada con la situación. Según parece, los patitos juegan como casi todas las crías de animales, con lo que encuentran a mano, y allí estaban las bolsas que habían sido la trampa mortal de sus juegos.

Pato de Pico Naranja continuo cada vez mas cabreado: -"Ahora se les ha ocurrido a algunas "marías"tirar las bolsas de plastico con basura al arroyo, como hay agua y esta limpio todo, pues toma... bolsas con basura, para que se las lleve la corriente"-, "-No solo guarros, sois unos bagos. Como si no hubiera contenedores donde tirar las basuras.... pues no, al arroyo-", -"Estáis destrozando todo el entorno, vais a dejar a vuestros hijos una autentica mierda-".

Y tenia razón mi interlocutor, aquí nos gusta una bolsa más que a un tonto una tiza. A nadie se le ocurre llevar sus propia bolsa cuando compra, como se hacia antes. Pepa la del horno, ya hace meses que da bolsas de papel con el pan, pero el resto nada, plástico que te crió, hasta para una cajita de aspirinas que se puede llevar en un bolsillo, y si dices a la dependienta que no quieres bolsa, te lanza una mirada como preguntándose: ¿de donde ha salido este loco?.

Entendí los problemas que tenían los animalitos y recordé lo que había pasado con las ranas que habían olvidado nadar, la decisión que tomaron de entrevistarse con el alcalde y la forma en que lo solucionaron. Se lo comente, se miraron unos a otros como atisbando una posible solución, quizás la autoridad principal del pueblo podría ayudarles. El caso es que se quedaron conformes en espera de ponerse manos a la obra del plan que les había insinuado.

No se como quedo la cosa, supongo que la solución esta en camino, porque ya hace días que mis amigos están tranquilos, jugando y disfrutando junto al arroyo. Un día de estos me parare a preguntarles y contare como va todo, espero que lo solucionen, sera bueno para todos, no solo para ellos.


(Se ruega a lector o lectora que se acerque a esta historia , verídica o no, que no lo cuenten a nadie y mucho menos a alguien que este cerca de los de la camisa de fuerza. Las fotografías fueron tomadas el mismo día del encuentro con los patos, en la ultima se puede apreciar claramente lo que los patos me mostraron, la guarrería que tiramos al arroyo. La historia tiene lugar en mi pueblo, en Villanueva del Rosario, al norte de la provincia de Málaga. En este blog hay una entrada donde se aclara lo ocurrido con las ranas, es la publicada el día 6 de Febrero del 2009, con el titulo "Las Ranas se Ahogan")