
Esa tarde cuando ya los tres Reyes Magos habían hecho su trabajo y estaban regresando a sus tierras, el Mediterraneo se había llenado de ascuas rojas ,como trashoguero en el fondo de la candela.
"A tus atardeceres rojos se acostumbraron mis ojos, como el recodo al camino....". Ninguna otra cosa se puede hacer si se ha nacido en el Mediterraneo, como nos canta Serrat.
(La fotografía esta tomada desde la playa del Dedo , lanzando la vista al Sur-Oeste.)
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