Ya poniéndose el sol detras de las montañas del Torcal, y las nubes dejándose deslizar por la sierra en dirección norte, como " gata cazando", sigilosamente, hasta llegar al valle y cubrirnos al tiempo, un grupo de amigos nos reunimos en La Cañada del Sacristán para celebrar la finalización de la recogida de la aceituna, y la reciente llegada de la primavera. En realidad, una escusa como otra cualquiera, para la charla y la fiesta que tanto nos gusta por estas tierras del sur.
Y con nosotros Lorenzo Molina, mi amigo el poeta, que ya hacia tiempo tenia preparado para Antonio, un poema dedicado al antiguo cortijo.
Ya teníamos todo, la compañía, la mesa, el vino, el atardecer y el poeta, a quien a pesar de su timidez y de sus ya 86 años de juventud acumulada, y ante la insistencia del grupo, no tardo en arrancar con un poema, y así.. ya seguido, uno detrás de otro. No faltaron lágrimas de emoción en la concurrencia.
Lorenzo , que no sabe a penas leer ni escribir, es un poeta de raíces, de piocha y azada, de sombra de olivo y oído ligero para escuchar el viento pasar entre los chopos y las mimbres del río, si sabe llegar con su sonrisa tierna al alma de la gente.
(La fotografía superior es del atardecer de ese día, la otra es del poema "Cañada del Sacristán", que quedo escrita en el libro de visitas de la casa. La Cañada del Sacristán es un pequeño cortijo de turismo rural , rodeado de olivos y encinas , que llevan Antonio y Mari Carmen desde hace ya casi tres años, en Villanueva del Rosario, al norte de la provincia de Málaga, más información de lugar en www.canadadelsacristan.com)
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