jueves, 4 de febrero de 2010

Mediterraneo, El Color de las Miradas Silenciosas

Observe con atención, pero no se a quien más, si al mar o a ellos, la imagen me pareció llena belleza y ternura . Sentí unas sensaciones que me resultaron agradables, de esas que llenan y sin saber muy bien porque.

Pensé en Irune, la Esponjita. Me tiene un pulso echado, quiere saber si el silencio tiene color , ella sabe que si, que hay color en el silencio. Lo tiene muy claro, meridianamente claro, porque cuando pinta, siempre en silencio, los colores de su paleta, son únicamente lo que ella lleva dentro, en su propio silencio, que solo ella conoce y que no puede controlar, salen en sus lienzos a borbotones, ellos solos, el color de su silencio esta en ella misma. Pero como buena aragonesa, no se conforma con saber lo que sabe, insiste tozuda en penetrar en los colores del silencio, y ese es el cariñoso pulso al que jugamos, me "pica" para descubrirse a si misma en mis propios colores.

Las olas en calma de estos días de tregua del lluvioso invierno , casi no producen sonido alguno, el silencio se prolonga a lo lejos en el horizonte de sus miradas, llenando sus ojos de malvas, azules, lilas y violetas. Solo de vez en cuando, una pequeña ola llega con la suficiente fuerza como para que salte algo de espuma , choca contra el muro que les sirve de improvisado asiento, y produce el agradable sonido de la naturaleza viva, que ellos no llegan a percibir.

De vez en cuando se miran, se quedan en silencio , miradas cómplices de enamorados llenas de ternura. El color de sus silencios solo ellos lo saben, a mi se me hace que esta entre el rosa y el rojo.

Yo sigo mirando los colores de sus miradas, y los azules, malvas, lilas y violetas del Mediterráneo en Málaga, en una tranquila mañana de domingo.






(La fotografía y el vídeo están tomados a mediados del mes de Enero, desde el Balneario de los Baños del Carmen, en Málaga)

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