-"Miau.."-, me dijo Bimba mirándome fijamente.
"-¿Como que miau?-" le pregunte sin dejar de mirar a sus ojos asombrado.
-" Pues eso...miau y remarramiau... !que no quiero que me dejes solo!"-. exclamó.
-" Tengo que salir a comprar el pan , no tardo nada"- , contesté.
El gato había ido a la librería y apilado una buena cantidad de libros delante de la puerta , formando una barricada con ellos y con otras cosas que había encontrado , impidiendome el paso.
-"No me quiero quedar sola"-, -" Quiero que juegues conmigo -".
-"!Solo quieres jugar, pero cuando yo te pido algo... nanai de la china "-, -"No me dejas ni siquiera que te acaricie "-.
-"Soy gata.... "-, -" No lo puedo remediar"-, "¿Que quieres que le haga?"-
Me quede pensando, buscando la salida a la situación.
-"Haremos una cosa, tu me dejas que te caricie de vez en cuando y yo a partir de ahora jugare mas contigo"-
Torcio la carilla de gata, mirandome de lado con sus ojos gatunos, como pensando la respuesta a mi oferta y me contestó:
"-Vale... pero no seas empalagoso, ya sabes como somos las gatas "-.
Ese día conseguí comer con pan. La gata disfruto de lo lindo jugando con los globos que le infle y yo durante un tiempo pude acariciarla sin que saliera espiritá al acerarle mi mano al lomo.