sábado, 2 de enero de 2010

Lorenzo Molina -"Mi Niña se Llama Luna"






Hoy he estado con Lorenzo.

En el caballete del porche que hay en el patio de entrada a la casa, una pequeña pintura sobre un cartón que le sirve de soporte. Arboles, un burro cargado con cantarillos de los que servían para acarrear el agua desde la fuente a las casas.

Y su mirada segura y tranquila, tímida a la vez, pero que canta sin querer la poesía que hay en su alma que le sale a borbotones por las pupilas.

Le di recuerdos de Marian... sus mejillas se colorean al saber que leen su libro a cientos de kilómetros y su sonrisa se hace amplia, como agradecido.
Inquieto marcha al corral. Regresa con algo en las manos excusándose de traer solo media docena de huevos que me ofrece. -"Lo siento, solo hay estos.."- , -" de haberlo sabido te habría guardado los de ayer-".

Continuamos la charla, la lluvia, el agua que tanto hacia falta, el campo que esta vistiéndose de verde otra vez, un poemita que le tiene preparado a Antonio, las tías Aurora y María.... mi madre. Todo un recorrido por la gente conocida en común. De repente se queda en silencio... observando los membrillos que hay encima de la mesa. -"Mira, llevate estos membrillos, son chicos pero amarillos y dulces-".

Ya saliendo , en la puerta de casa, continua la charla mientras observamos los campos y me da explicaciones detalladas de lo que va a sembrar y el trozo de tierra que dejara en barbecho hogaño... y que después de haber descansado, estará a punto el año que viene para ser otra vez sembrada.

Al Este las casas mas altas del pueblo asoman entre las alamedas , al fondo la sierra y las nubes que dejan pasar algunos rayos de sol, amenazan nuevas llegadas de tormentas que prometen llenar de agua los regatos.

Al Oeste, los llanos de Las Huertas y al fondo El Brosque. Me cuenta que ya no se recogen los membrillos, nadie los quiere y se pudren en los arboles sin que los frutos lleguen a cumplir su dulce cometido.

Nos despedimos con un abrazo y la promesa de una nueva visita en los primeros días del año.

Mientras regreso, en mi recuerdo algunos de sus poemas. Uno chiquito destaca entre los demás en mis pensamientos, en estos momentos en que Marta esta esperando llegar al mundo en tan solo dos semanas:

LUNA

La niña se llama Luna
y es tan bella como el sol.
Está dormida en su cuna
y su abuelo que es pintor,
la pintará muy hermosa
aunque nunca pintó una rosa
tan bella como esta flor.




(El poema, que tomo prestado del libro de Lorenzo Molina "Quise Contarte" se lo dedico a Marta, ni nieta)

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