sábado, 9 de enero de 2010

Los Sonidos del Bosque, Nieve en Hondonero


Es posible que la riqueza consista en necesitar lo menos posible, en no estar apegado a cosas materiales que nos creen dependencias y nos hagan perder el sentido y norte de nuestras vidas por conseguirlas, ocupando demasiado esfuerzo y energía , sin que nos quede tiempo para las relaciones personales y para escuchar atentos los silencios que nos rodean .

Hoy he subido a Hondonero a disfrutar de algunos de esos silencios sonoros que la naturaleza generosa nos da gratis.

Remontando el puerto de Las Pedrizas, ya se veían laderas de las montañas que habían sido blanqueadas por la nieve durante la noche. Poca cosa, tan solo había cuajado en algunos sitios bien resguardados y sobre todo en las laderas que dan al Norte. Al salir de la autovía y entrar en la carretera de Villanueva del Rosario, los coches que venían en dirección contraria me hicieron notar que realmente había sido una buena nevada, a pesar de que a causa de la lluvia que siguió a la nieve no pudo cuajar del todo, pero si en los coches, ya que todos venían con varios centímetros de nieve en sus techos. Llegando , se podía apreciar nieve en los tejados , pero las calles estaban despejadas por la lluvia que habia continuado a la nevada. Entre la oscuridad de las primeras horas de la mañana, se podia veía la montaña blanca, así que decidí emplear parte de la mañana en dar un paseo en dirección a las alturas, para llegar a la nieve.

Quizás son muy pocas las cosas que nos hace felices. A alguien escuche hablar de algunas de ellas: Los amigos, que es algo que hay que trabajarse. La disposición de tiempo, que nos viene tasado , pero que parece que nos cuesta trabajo enterarnos de esa única verdad, y no invertimos en su uso demasiado, sino que lo solemos desperdiciar con alegre inconsciencia. Y el silencio, que casi siempre esta cerca, pero nos parece algo lejano y fuera de nuestro entorno real.

Hoy el bosque nuevamente me ha ofrecido su silencio con el sonido de la música del agua en los arroyos y regatos que se han formado con las ultimas lluvias y ahora por fin la nieve. El sonido de las huellas de mis pasos sobre la nieve virgen, que luego veo y confirmo que si, que estoy , que soy yo, que ese es mi pie y que paso por ese lugar. El sonido de las ramas de los pinos que son acariciadas por la suave brisa de esa mañana de Enero. Y el sonido de la música de los cantos de los pájaros que ya están agazapados en sus nidos y que como siempre no se identificar.

El silencio hace escuchar, escucharse, sentir, sentirse, pensar, pensarse, comprender, comprenderse.

Seguí caminando un buen rato, mientras cargaba las baterías con el vivo silencio sonoro del bosque.








(El vídeo del paseo por el camino y las fotografías están tomadas en el paraje natural de la Dehesa de Hondonero en el termino del municipio de Villanueva del Rosario, al Norte de la provincia de Málaga)

3 comentarios:

M carmen dijo...

Es de personas bien nacidas el ser agradecidas. Gracias, Ricardo por volver a escribir, me he sentido muy identifiada con lo que has escrito. M Carmen

Tejedor dijo...

Gracias a ti por leerme y compartir conmigo mis vivencas.

Anónimo dijo...

ese dia el silencio era blanco te rodeaba el silencio de la nieve blanca, pero Ricardo ¿tiene color el silencio? buscamos la luz del silencio.