Ayer hice una fotografía a una fotografía. La original es del año 1953, fecha en que se inauguró el jardín de la plaza del Bacalao.
La fotografía original es lo que es y la otra la hice con la cámara ya "jodida", por lo que mas "pior" todavía, las sombras de los costados son de la máquina, que ya esta en el hospital de arreglar cámaras de fotografías. Pero sirve para lo que quiero contar.
Donde ahora hay un jardín, antes de 1953 había un terraplén, que yo nunca lo conocí o al menos no lo recuerdo, en el terraplén había eucaliptos plantados para retener el terreno y entre ellos varias "chorraeras" donde los niños se "chorraban" y para ir a mas velocidad, una simple lata con agua, que se rociaba por la improvisada pista, era suficiente para poder volar.
Dos cosas me llamaron siempre la atención, cuando era pequeño, en ese lugar, la primera es que había una cruz dedicada a "los caídos", que en aquel momento no tenia claro como fue el asunto, pero entendí que solo unos cuantos de los "caídos" eran los recordados en ese monumento. Quizás por aquellos pasaría por el puente del Trabuco, que los del Trabuco llaman puente del Rosario, y a la izquierda, a unos metros antes de entrar al puente, un pequeño desnivel de un par de metros en la cuneta y una mancha de fresca y verde hierba mas crecida que el resto, mi primo Pepe me diría como un secreto de niños que "los otros" estaban en ese lugar, más verde y más crecido, ese trozo de tierra junto a la cuneta. No entendía nada, no podía entender como unos de los "caídos" estaban donde tenían que estar y otros estaban en una cuneta. Han pasado casi 70 años para que esos "otros" hayan sido dignificados.
La otra cosa es que siempre me llamó la atención asomarme al mirador de los jardines y ver las montañas, tan cercanas y en ese momento tan lejanas para mi y que me contaran que detrás de ellas estaba el mar... se podía ver el mar, todo de llenaba de fantasías viajeras, monstruos y piratas. Miraba y miraba, pensando que algún día podría verlo, que algún día subiría a la montaña y detrás vería el mar y que desde la altura podría volar hasta la misma orilla. Hace unos 8 años hice ese camino de subir al Chamizo con mi amigo Diego Pailes, que ahora es el alcalde del pueblo, tiene 27 años menos que yo. Recuerdo con una especial ternura esa caminata con el joven Diego y las charla que nos animaba el camino. No paró de hablarme de cada recodo, que se conocía como la palma de la mano, me habló de las veces que había estado en la montaña con su padre y de los animales, y de las plantas, y del día en que se desplomó el Chamizo y que ese mismo día nació él, sobre todo me habló de sus ideales, de sus inquietudes por mejorar la situación de la vida en el pueblo.
La canción del enlace es la ganadora en el año 1954 en el Festival de San Remo, lo mas moderno que se podía escuchar en España . (Tutte Le Mamme cantada por Gino Latilla).http://www.videoletrasycanciones.com/index.php?artista=gino+latilla&v=mq0e1xO3MAw
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