jueves, 4 de diciembre de 2008

Descubriendo la Casa del Color


Irune, no tengo ni idea de como he podido llegar a montar un taller de pintura.

Casualidades de esas de las bifurcaciones de caminos que hay en la vida me han llevado a convertirme en maestro.... imaginate yo enseñando pintura.

Pues si y parece que no va del todo mal, al menos mis alumnas están mas contentas que unas pascuas y los progresos son considerables, pero otra cosa te diré... yo también aprendo, tanto en el ejercicio de preparar las clases como de mis alumnas sin ella saberlo. Ya hace un mes que empezamos y ya hay trabajos terminados , incluso ya he cobrado los primeros eurillos que desde luego para estos tiempos de chamá que corren no vienen nada mal.

Han montado sus propios marcos con unas cuantas maderas , cola y puntillas y los lienzos con trozos de restos de sabanas que se trajeron de casa, dieron las imprimaciones y hacen sus propios óleos con pigmentos y aceite de linaza. Para tan solo un mes creo que no esta nada mal... la verdad es que estoy contento.

La fotografía es del primero que ya se ha secado, esta hecho tomando como modelo unas cuantas hojas de la enredadera del jardín y otras de los avellanos. Te seguiré mostrando las obras que pínten para que me digas que te parece.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ha encantado ver que tu cabeza no para nunca en iniciativas
Enhorabuena hermano¡¡¡¡ estás lleno de vida.
Estoy segura de que lo harás muy bien,me gustaría ser tu alumna,aunque ya he aprendido muchas cosas de ti.
Muchos besos¡¡¡¡

Anónimo dijo...

me encanta maestro ke transmitas esa ilusión a las alumnas. Que bonito es que el hombre sea capaz de crear y es verdad que simpre aprendemos de los demás sin ellos saberlos.me encantaria estar con vosotros pintando.Me acordaré los Jueves.¡Animo chicas crear.! y reiros mucho cuando salga mal y alegraros mucho cuando algo os guste.vuestra primera admiradora Irune