Cuentan que al principio todos los animales eran de un color, cada uno de distinto color.
Había un torito granate que vivía en el país de los Toritos Granates, y se enteró, por otro de sus amigos, que en el país cercano había elefantes rojos y en otro había cocodrilos de azul oscuro.
Interesado por el asunto se decidió, con algunos amigos, a cruzar la frontera y pudo ver que era verdad, había elefantes rojos con los que los toritos hicieron amistad .
Todos juntos decidieron seguir su viaje a ver si podían conocer a los cocodrilos de azul oscuro de los que habían escuchado hablar y los encontraron y se hicieron todos buenos amigos.
Recorrieron el mundo conociendo a unos y a otros haciendo amigos por donde pasaban. Y así conocieron muchos países, cada uno con animales de un color distinto.
Una vez, cuando estaban un montón de animales de colores juntos jugando, una nube azul y blanca acertó a pasar por allí y como estaba cargada hasta los topes de agua que había cogido al pasar por encima del mar, la dejó caer a gotitas, tantas que se montó una buena lluvia, haciendo que se mezclaran los colores que tenían cada uno y así los animales llegaron a tener el color que ahora tienen.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
(La idea de este cuentecito la he tomado de un relato de Pedro Pablo Salvador y podéis ver mas de su relatos en http://cuentosparadormir.com/infantiles/cuento/animales-de-colores.
El vídeo lo hice en la playa de El Dedo el día de reyes. El torito granate se lo compró a un vendedor nigeriano mi hermano Carlos para regalárselo a su hija pequeña, María)
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