miércoles, 8 de octubre de 2008

Don Quijote - Aventura del Caballero de los Espejos


EL INGENIOSO HIDALGO DON QUIJOTE DE LA MANCHA

Capitulo XII - De la extraña aventura que le sucedió al valeroso Don Quijote con el
bravo Caballero de los Espejos.


A la noche que siguió al día del rencuentro de la Muerte, la pasaron Don Quijote y su escudero, la pasaron debajo de unos altos y asombrosos árboles, habiendo, a persuasión de Sancho, comido Don Quijote de lo que venía en el repuesto del rucio; y entre la cena dijo Sancho a su señor: Señor, ¡qué tonto hubiera andado yo si hubiera escojido en albricias los despojos de la primera aventura que vuesa merced acabara, ántes que las crias de las tres yeguas! En efecto, en efecto, más vale pájaro en mano que buitre volando. Todavía, respondió Don Quijote, si tú me dejaras acometer, como yo quería, te hubieran cabido en despojos por lo menos la corona de oro de la emperatriz y las pintadas alas de Cupido, que yo se las quitara al redropelo y te las pusiera en las manos. Nunca los cetros y las coronas de los emperadores farsantes, respondió Sancho Panza, fueron de oro puro, sino de oropel ó hoja de lata. Así es verdad, replicó Don Quijote, porque no fuera acertado que los atavíos de la comedia fueran finos, sino fingidos y aparentes, como lo es la mesma comedia, con la cual quiero, Sancho, qué estés bien, teniendo en tu gracia, y por el mismo consiguiente a los que las representan, a los que las componen, porque todos son instrumentos de hacer un gran bien a la república, poniéndonos un espejo á cada paso delante, donde se ven al vivo las acciones de la vida humana; y ninguna computación hay que más el vivo nos represente los que somos y lo que habemos de ser, como la comedia y los comediantes. Sino, dime, ¿no has visto tu representar alguna comedia donde se introducen reyes, emperadores y pontífices, caballeros, damas y otros diversos personajes?. Uno hace de rufián, otro de embustero, éste de mercader, aquel de soldado, el otro simple discreto, otro de enamorado simple, y acabada la comedia y desnudándose de los vestidos della, quedan todos los recitantes iguales. Sí he visto, respondió. Pues lo mesmo, dijo Don Quijote, acontece en la comedia y trato deste mundo, donde unos hacen de emperadores, otros de pontífices, y finalmente, todas cuantas figuras se pueden introducir en una comedia; pero en llegando el fin, que es cuando se acaba la vida, a todos les quita la muerte las ropas que los diferenciaban y quedan iguales en la sepultura.

¡Brava comparación! dijo Sancho, aunque no tan nueva que yo no la haya oído muchas y diversas veces, como aquella del juego de ajedrez, que mientras que dura el juego cada pieza tiene su particular oficio, y en acabado el juego todas se mezclan, juntan u barajan, y dan con ellas en una bolsa, que es como dar con ellas en una sepultura. Cada día, Sancho, dijo Don Quijote, te vas haciendo menos simple y más discreto. Sí, que algo se me ha de pegar de la discreción de vuesa merced, respondió Sancho, que las tierras que de suyo son estériles y secas, estercolándolas y cultivándolas, vienen a dar buenos frutos......................................
Nota: la foto es de "un Don Quijote actual", o así se considera él a simismo.

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