viernes, 6 de marzo de 2009

El Barquito del Puerto de Santa Maria (Cadiz)






En Marzo el "Adriano" hace su corta travesía casi sin pasajeros, quizás no seriamos más de diez o doce viajeros, lo que me permitió tener un rato de charla con dos de sus tres tripulantes, el tercero tenia que estar al pie del timón en la cabina de mando. Me hablaron de la cantidad de años que hacía que estaban dando vueltas de un lado para otro en la bahía y los cientos de anécdotas que habían vivido en ese tiempo.

-"¿Y la mujer que viene cada año a mediados de Abril, te acuerdas?"-

Y poco le faltó al otro para contarme la historia con todo tipo pelos y señales y una inmensa ternura a pesar de su aparente rudeza de hombre de la mar.

-"Mira, lleva ya por lo menos 15 años que yo recuerde, sube al barco con un ramito pequeño de flores rojas, no más de 6 o 7 flores, parecidas a las rosas, creo que son camelias"-, el compañero le interrumpe , -"Y bien guapa que es, tendrá unos 50 , con una cara guapa de verdad , y lo demás... ¡no veas!, una preciosidad de señora"-.

-"Pues si, sube al barco, y siempre nos alegramos todos de verla otra año más, casi casi como si elle fuera el anuncio de que ya es primavera. No suele hablar con nosotros, ahora.. eso si, la saludamos con un gesto amable y una sonrisa cómplice, a lo que ella corresponde de igual forma. Se queda en la popa, fuera de cubierta, donde se sienta en un banco y llegando al centro de la bahía, se pone de pie y tira por la borda, a las olas, el ramito de camelias"- , -"Luego se queda mirando el rojo de las flores perderse tras la blanca estela del barco y ya casi llegando a Cádiz se sienta"-, -"Ni siquiera desembarca, espera a que hagamos la parada y regresa al Puerto de Santa María, y al pasar por el lugar donde tiró las flores, se queda mirando las olas, con la vista perdida en los colores del mar, como tratando de buscar el rojo de las flores entre los verdes, los azules y los blancos de las olas"-.

El "Adriano" se estaba acercando al muelle de pasajeros del puerto de Cádiz y mis dos interlocutores tenían que estar preparados para realizar las maniobras de atraque y desembarque de los pocos pasajeros que viajábamos en el barco, así que nos despedimos para mas tarde con un: -"Hasta luego"-, ya que nuevamente haría con ellos el viaje de regreso al Puerto de Santa María.

Con tan solo un par de horas de tiempo para hacer el viaje y regresar, me había presentado en el muelle desde donde sale el barquito que hace el viaje entre el Puerto de Santa María y la ciudad de Cádiz, una travesía cruzando la bahía que dura unos 30 minutos. En realidad se trataba de embarcar en El Puerto, llegar a Cádiz y esperar a la salida de nuevo para el regreso al Puerto de Santa María, y en la media hora de parada que hace, dar un corto paseo por las inmediaciones y como única intención, el poder disfrutar de los colores de la bahía y esperar que los tripulantes del barco me contaran, como cada vez que hago el viaje, sus cuentos y anécdotas


(La primera fotografía es de las primeras camelias que dieron los camelios que traje de Galicia hace un par de años y que les esta costando trabajo aclimatarse, las otras son del 2004 del barco "Adriano")

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