
Esta es una de las primeras fotografías que hice con esa máquina, que durante años fue mi compañera, siempre dentro de la mochila fuera donde fuera. En la fotografía, dos jóvenes marroquíes andando, con botellas de agua para el camino, buscando la vida en el horizonte, siguen la raya blanca que marca la ruta, en busca de una vida mejor.
Y delante de mi, como siempre, el regalo cotidiano de las flores en la cuneta, una pradera de campanitas lilas y varios grupos de margaritas amarillas.
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