miércoles, 11 de junio de 2008

Robert Boyd el Amigo de Torrijos





Hace 31 años tome por primera vez, al menos conscientemente, contacto con el conocimiento de
las revoluciones y levantamientos liberales de principios del siglo XIX, conocimientos que no
fueran los mínimos que en el bachillerato estudiábamos, por otra parte, temas a los que casi
nunca se llegaba en los organigramas de los profesores o que no se veía con la mínima amplitud,
y menos en la época que me tocó ser estudiante de bachiller, aunque no creo que ahora sea muy
distinto.
Tuve ocasión de asistir a la representación, en su estreno, de la obra, "Las Arrecogias del Beaterio de Santa María Egipciaca" en el teatro Calderón de Madrid, la obra, escrita por J. Martin Recuerda, representaba todo un atrevimiento para la época, el mismo autor diría: "hay que dar la cara en el teatro, sublevando los ánimos y luchando frente a frente con el público" .

La obra recoje los últimos días de Mariana Pineda, condenada a muerte por Fernando VII, junto a ella un grupo de mujeres marginadas de la sociedad, todo el delito cometido fue el bordar una bandera liberal con el lema: "Ley, Libertad, Igualdad".

Mariana Pineda fue ajusticiada en Mayo de 1.831. Es de suponer que Mariana formaría parte del grupo de liberales que esperaban el levantamiento en Andalucia. En ese mes de mayo ya estaba el general Torrijos en Gibraltar, organizando el levantamiento militar, que nunca llegaría a culminar.

Amparado en la colonia británica trato de tomar militarmente en tres ocasiones poblaciones cercanas como La Línea, en las tres ocasiones fueron rechazados por las fuerzas realistas, bien organizados y preparados para evitar el levantamiento.

En diciembre Torrijos intentaría el levantamiento en Málaga, siendo traicionado por los que creía sus amigos. Fueron capturados y fusilados el 10 de diciembre del mismo año.

En el lienzo de Gisbert, que representa ese fusilamiento, figuran varios personajes en primer plano además de Torrijos, Manuel Flores Calderón, ex presidente de las cortes, el personaje al que le esta vendando los ojos, un monje y que toma la mano izquierda del general, tomando la mano derecha figura Francisco Fernandez Golfin, que había sido ministro de la guerra, seguido figura el teniente coronel Lopez Pinto y seguidamente el personaje que mas me llama la atención Robert Boyd, el pelirrojo con las manos atadas y los ojos cerrados.

Boyd había sido oficial en la Compañía de al India Oriental del ejercito inglés, había participado en la guerra de la independencia de Grecia. Un romántico que se unió en Londres a Torrijos, aportando tanto su persona física como sus bienes materiales al proyecto liberal.

Los ajusticiados fueron enterrados en una fosa en el cementerio de San Miguel, los restos de algunos de ellos, que se sepa Torrijos y otro mas, fueron llevados al mausoleo de la plaza de la Merced, en el centro de Málaga, del resto nada se sabe. Únicamente nuestro personaje no seria enterrado en la fosa común, sino en el Cementerio Inglés, ya que en por entonces, los no católicos no podían ser enterrados en tierra católica, para "no contaminarla". Pero claro, algo había hacer con los cadáveres, así que sin ceremonias de ningún tipo eran enterrados en las playas de El Palo, y siempre de pié, nunca tumbados. Hay que imaginarse lo que pasaría con los días y los temporales que hacían su trabajo con las arenas de las playas y por duro que resulte, los animales sueltos de la zona.

Cuando llega a Málaga el cónsul inglés, Willian Mark, se conmueve por la situación y consigue permisos para establecer un lugar donde enterrar a personas de religión protestante, el primer cementerio de tales características de España.

Esto ocurre en 1830, así que el pelirrojo Boyd es el primer enterrado en este cementerio, que en la actualidad está en el centro de la ciudad, a tan solo unos 500 metros de mismo ayuntamiento.

Con mucha frecuencia paso por la puerta del Cementerio Inglés y siempre tengo un recuerdo para los héroes que lucharon por la libertad.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El cementario se inauguró en 1830. Todos los fusilados se encuentran desde 1842 en la la cripta de la Plaza de la Merced, excepto Boyd que descansa en el Cementerio Inglés.

Anónimo dijo...

Robert Boyd es un personaje digno de nuestra admiración, consideración y respeto. Eso sí que es dar la vida por España y la libertad. Descansen en paz sus restos en el Cementerio Inglés. Nunca le olvidaremos.